Dos cuerpos y una ciudad abandonada

Cerro de las Cabezas. Valdepeñas, Ciudad Real

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Cuando completé satisfactoriamente el recorrido propuesto, antes de marchar hacia mi nuevo destino, quise dar las gracias a los responsables que en el Centro de Interpretación se encontraban y felicitarles por el enorme trabajo realizado. Durante un encuentro muy agradable y placentero me trasladaron que en esos momentos estaban trabajando en la acrópolis y que esperaban enseñarla en próximas fechas. Fue allí donde uno de ellos, en una conversación sin mayor trascendencia, volvió a sembrar mi curiosidad sobre este yacimiento.

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Qart Hadast

La ciudad púnica de Cartagena

Invierno del año 209 a.C. Conquistada la ciudad, quiso celebrar un sacrificio en honor a su padre y tío caídos en aquellas inhóspitas y lejanas tierras; el oficio se prolongaría durante tres días. También festejará un triunfo con sus hombres donde no faltaron arengas y elogios de todo tipo, así como el reparto del cuantioso botín y la distribución de los prisioneros capturados tras el asalto. Publio Cornelio Escipión, general de la República romana, quien pasará a los anales de la Historia como ‘el Africano’, había hecho suya la importante plaza de Qart Hadast ante la sorpresa de sus enemigos. Era esta la capital púnica en territorio íbero, puerto de contacto más cercano entre la Península y Cartago.

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Intentos de negociación

La caída de Sagunto. Capítulo IX

Afortunadamente pudimos renovar algo nuestras fuerzas, tomar cierto respiro para estos maltrechos cuerpos. En los últimos instantes de la batalla, los muros consiguieron contener las embestidas en oleadas y casi imparables de los cartagineses. Coincidió también que durante algunos días los ánimos de muchos de nosotros se recuperaron al conocer la noticia de la partida de Aníbal, habiendo dejado a cargo del cerco a su comandante númida sólo con parte de los efectivos.

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Edeta (continuación)

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Edeta quedó definida, finalmente, como un gran centro de poder, además de ser la residencia de la dinastía real y toda su aristocracia dependiente. Se le asignará el papel de único ámbito autorizado donde practicar el intercambio comercial, cometido a través del cual las élites se asegurarán controlar el poder económico. De esta forma se mantendrá la hegemonía con respecto al resto de asentamientos, entendidos a estos últimos como simple servidumbre territorial.

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Edeta

Tossal de Sant Miquel. Llíria, Valencia

Durante el Bronce Final (siglos VIII – VII a.C.), el territorio que terminará controlando la ciudad íbera de Edeta no era más que una amplia extensión de tierras prácticamente deshabitadas; unos parajes donde el asentamiento de la futura capital edetana, con amplio registro de vida continuada desde el II milenio, centralizará las escasas importaciones, resultado de los contactos comerciales esporádicos, que hasta el lugar llegaban. El asentamiento humano se situará en una posición elevada y defendido por unas primeras murallas. Sus viviendas se alzarán sobre planta rectangular y zócalos empedrados, fabricados con los mismos materiales heredados de los modelos precedentes.

CIMA DEL CERRO

Cima del Cerro Tossal de Sant Miquel. Llíria, Valencia.

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Antes muerto que vivir arrodillado

El asentamiento turdetano de Astapa

Corría el año 206 a.C. No hacía más de un trienio que Qart Hadast, la principal ciudad cartaginesa en la Iberia y base central de aprovisionamientos púnicos en territorio hispano, había caído bajo la contundencia y arrojo de las legiones de la República. Al frente de ellas, el joven general Publio Cornelio Escipión, el mismo que pasaría a la historia con el sobrenombre de ‘El Africano‘.

01 - BUSTO DE ESCIPION EN CARTAGENA

Busto de Publio Cornelio Escipión, el Africano. Sede de la Federación de Carthagineses y Romanos, calle La Caridad, Cartagena.

Controlado este bastión, importante como estratégico, se inicia la conquista final de Hispania, uno de los escenarios más cruentos en las luchas que mantienen Roma y Cartago a lo largo de todo el Mediterráneo. Tras la derrota en Baecula, Asdrúbal Barca, junto a sus guerreros númidas, consigue huir. Su intención siempre había sido la de reunirse con su hermano Aníbal en tierras italicenses y continuar la guerra en territorio romano.

Poco a poco, los contingentes cartagineses que permanecen en Hispania van siendo acorralados en la Baetica, tierras donde aún mantienen su dominio; poco a poco los caudillos indígenas, que los han apoyado hasta ese momento, deponen sus armas o son derrotados. Así ocurre con Orongis o Ilipa, entre otros.

Ha llegado el momento de la venganza romana en la vieja Iberia, la ocasión de dejar escapar toda la ira contenida contra aquellos que traicionaron a los procónsules anteriores, Publio y Cneo Cornelio Escipión; represalias sobre los mismos que se dedicaron a masacrar a todo legionario huido tras las anteriores derrotas y buscaron refugio en los que hasta entonces estaban considerados como oppidum aliados.

Una a una, las ciudades, primero simpatizantes de Roma y después unidas a los cartagineses en su lucha y resistencia, son castigadas. Una a una, las ciudades bases empleadas por los generales cartagineses en la guerra librada en Hispania están siendo tomadas: Iliturgi, Cástulo.

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