La llegada a Ategua

B.H. Capítulo VI

Julio César había fracasado. Sus dos objetivos principales para acabar con las contiendas civiles antes de arreciar el crudo invierno, y por el que se había visto obligado a trasladarse hasta la provincia de la Ulterior hispana,  se le habían esfumado de las manos. Corduba resistía y Cneo Pompeyo evitaba enfrentarse a él en encuentro directo a campo abierto. Era muy consciente que con la decisión que acababa de tomar, aunque inevitable, acabaría reforzando el ánimo de sus enemigos.

El general ordenó abandonar el cerco del bastión pompeyano para buscar un nuevo escenario que le fuera más favorable a sus intereses. Además, resultaba prioritario dar solución al aprovisionamiento de sus legiones si quería ganar esta guerra.

Sigue leyendo

La ciudad como eje de comunicaciones

La nueva ciudad romana quedó adscrita al Conventus Astigitanus, situada a los pies de la Sierra del Torcal. Era este un terreno llano y fértil, de gran aprovechamiento agrícola, regado por las aguas del cercano cum fluvio foederatorum (el río de los federados o de Malaca que menciona Plinio, pero también denominado por Ptolomeno como Saduce o la ciudad con río). Nos estamos refiriendo al río Guadalhorce de Málaga.

Sigue leyendo

Combates por la toma del puente

B.H. Capítulo V

Después del encuentro entre las tropas auxiliares y los defensores de Corduba en las cercanías de la ciudad, el factor sorpresa se había desvanecido. Los pompeyanos, acantonados en la plaza y en estado de alerta, esperaban la inminente llegada de César. No se limitaron a resguardarse tras las murallas, sino que Sexto Pompeyo ordenó desplegar un amplio dispositivo militar en torno a la única estructura fija que hacía viable salvar el curso del Baetis y alcanzar las puertas del importante bastión.

Cuando, por fin, el ejército del Dictador llegó a la ribera por su margen izquierda, pudo comprobar la imposibilidad de utilizar el puente con el que acercarse al bastión enemigo. Bien defendido, sus esfuerzos por tomarlo habían resultado en vano; por entonces ya causaban buen número de bajas. Por este mismo motivo, decidió enviar una partida de jinetes que recorriesen la orilla en busca de algún estrecho por donde vadear la vía fluvial. Pero no hubo suerte, la profundidad de sus aguas y la fuerza de arrastre de la corriente hacían imposible el intento.

Sigue leyendo

Objetivo, apoderarse de Corduba

B.H. Capítulo IV

Enviado parte del contingente en auxilio de Ulia, Julio César fijó sus miras en el núcleo central de la Ulterior, Corduba. A priori, sus intenciones parecían bastante claras: evitar que Sexto Pompeyo acudiera en apoyo al cerco que su hermano tenía impuesto sobre este oppidum fiel a su causa. Pero lo que de verdad tenía en mente el general romano no era otra cosa que apoderarse de este importante bastión pompeyano y lograr, con ello, un golpe de efecto, rápido y contundente, sobre las contiendas civiles por las que se había visto obligado a regresar a tierras hispanas. La caída de Corduba mermaría la moral de sus enemigos e, inexorablemente, influiría en la actitud de las ciudades que lo apoyaban. Por el contrario, si la guerra se prolongaba durante el periodo invernal, la situación podría agravar el estado de sus legiones y perjudicar sus propios intereses.

Sigue leyendo