Basilippo

Torre del Cincho. El Arahal, Sevilla

Solitaria, pero desafiante; desolada, aunque orgullosa. Erguida y despuntando sobre el horizonte de la campiña sevillana, la vieja torre funeraria se resiste al paso de los siglos. Hace mucho que el límite de su necrópolis había dejado de marcar, hace mucho que la antigua ciudad de Basilippo habían dejado de citar.

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POSTRIP para Carmo

Publicación de ruta para la antigua Carmona. Sevilla

¿Qué podemos visitar de la histórica Carmona? En esta ocasión os proponemos una ruta fantástica en esta preciosa localidad sevillana y así descubrir, fácilmente, sus secretos más ocultos. Para la misma, tomaremos como referencia el trazado de lo que, en su día, fuera el cardo maximus de la ciudad romana, recorriendo sus calles a partir de una de sus cuatro puertas principales hasta alcanzar su otra opuesta. Por último, saldremos extramuros de la ciudad para visitar la gran necrópolis, siempre en por el mismo trazado viario antiguo.

Si, finalmente, la jornada os parece corta y aún disponéis de tiempo suficiente para más, también os dejamos preparado un pequeño anexo para que podáis ampliar la visita a Carmona.

Desde nuestra opinión, aconsejamos realizar la ruta en un día entre semana, a excepción del lunes que es cuando mantienen cerrado el Conjunto Arqueológico de la Necrópolis.

Así, pues, el Postrip© para Carmo sería:

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Los nombres propios

En los primeros años del siglo I d.C., Corduba se caracterizó por ser el foco de atención y punto de atracción de las élites repartidas por el amplio territorio de la Baetica. Muchos fueron los aristócratas con intereses en la localidad que marcharon a la capital provincial para la consecución de promociones personales, bien orientadas a sus ciudades de origen, o bien pensadas para la propia capital.

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La colonia tartésica de Conisturgis

Sobre la fundación de Tartessos nos llega el mito de Habis en el que se nos relata:

Gárgoris, su viejísimo rey, fue el primero en introducir la costumbre de recolectar miel. Como le hubiese nacido un nieto por estupro de su hija, por vergüenza quiso hacer morir al pequeño de varias formas, aunque la Fortuna le protegió de todos los peligros para que lograra el reino. En primer lugar, como hubiese ordenado que fuera abandonado, cuando unos días después envió a buscar el cuerpo del expósito, lo encontró alimentado por la leche de diversos animales salvajes. Después, tras ser llevado a casa, ordenó que fuera arrojado a un paso angosto que solía cruzar el ganado; decisión cruel, pues prefirió que su nieto fuese pisoteado a que sufriera una muerte simple. Como allí tampoco fuera dañado ni le faltara alimento, lo arrojó primeramente a perros hambrientos, por no comer durante muchos días, y después también a jabalíes. Y así, como no sólo no le dañasen que incluso era alimentado por las ubres de algunas fieras, por último ordenó que fuera arrojado al Océano. Entonces, se manifestó claramente un numen divino que le sostuvo sobre las olas y los mares enfurecidos, los cuales entrechocaban como si navegara sobre un navío, y no flotando sobre el mar, hasta ser depositado sano y salvo en la orilla. No mucho tiempo después apareció una cierva que ofreció sus ubres al pequeño. Finalmente, a partir de entonces, el muchacho adquirió del trato de la nodriza una agilidad extraordinaria y durante mucho recorrió montes y bosques entre manadas de ciervo con velocidad no inferior a ellos. Por fin, cazado a lazo, fue entregado al rey como regalo. Entonces reconoció al nieto por la semejanza de rasgos y las señales corporales que de niño le habían marcado a fuego. Admirado desde entonces por tantas desgracias y peligros, fue designado rey sucesor del reino…”. Justino (XLIV, 4)

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