Ercavica, nueva ciudad romana

Castro de Santaver. Cañaveruelas, Cuenca

Coordinado con el pretor de la Ulterior, L. Postumio Albino, lo cierto fue que Tiberio Sempronio Graco buscó repetir la misma estrategia de hostigamiento contra los pueblos celtíberos que su predecesor Quinto Fulvio Flaco. A través de ataques directos desde la Carpetania y el valle del Ebro, llevó a cabo una ofensiva en pinza sobre gran número de oppida y castra a los que logró sojuzgar. Importantes ciudades de esta parte de Hispania, como Munda y Certima, fueron sometidas y de las que, a la postre, obtuvo buena cantidad de botín y rehenes. Tras rendir a la inquebrantable Arce, marchó hacia Ercavika de la que no recibió impedimento para asediar. Después de cinco días de resistencia, y temiendo idéntica suerte que sus pueblos vecinos, la población de la ciudad celtíbera abrirá las puertas al nuevo pretor de la Citerior. Corría el año 179 a.C.

Tito Livio (11, 50, 1)

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La romanización de Uxama

Cerro de Castro. Burgo de Osma, Soria

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Tras el episodio de Pompeyo y la destrucción del asentamiento indígena, la población de Uxama pasará a convertirse en civitas stipendiaria, a causa, muy probablemente, de la resistencia demostrada contra Roma en el pasado. Pero supo resurgir de sus cenizas, beneficiarse de ese privilegiado emplazamiento con el que contaba y por el cual pasaban los trazados viarios más importantes del momento, además de continuar explotando sus fértiles y ricas tierras para el cultivo y los pastos.

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Uxama Argaela

Cerro de Castro. Burgo de Osma, Soria

Esta es la historia de un pueblo arévaco que supo ver su enorme potencial dentro del proceso de romanización al que fue impuesto, sacar provecho del profundo cambio cultural sufrido, hasta convertirse en uno de los principales núcleos hispanorromanos de la actual provincia de Soria.

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Contrebia Belaisca

Cabezo de las Minas. Botorrita, Zaragoza

Hasta entonces sólo habían combatido como fuerzas mercenarias fuera de su territorio. Indistintamente, tanto en el bando cartaginés como en el romano, allí donde se había requerido la presencia de sus armas, caballos y valor, cosecharon grandes riquezas y enorme prestigio; eran pueblos que vivían por y para la guerra.

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