Los orígenes de Cartima

Cuando inicié la búsqueda de documentación relacionada con la antigua ciudad de Cartima, y en un intento de recabar toda la información posible, al primer lugar donde decidí acudir fue a las fuentes clásicas. Sólo en la obra de Tito Livio titulada Ab Urbe condita (Capítulo XL, 47, 1-4) se hace referencia a ella en el pasaje que narra la campaña militar de Tiberio Sempronio Graco (año 180 a.C.) durante la primera guerra celtíbera en tierras hispanas (pulsa aquí para conocerlo). Dicho texto recoge la siguiente mención: “… Después de tomar rehenes y poner una guarnición en la ciudad (Munda, a la que atacaría por sorpresa aprovechando la oscuridad de la noche), siguió su marcha asaltando los oppidum y quemando los cultivos, hasta llegar a otra ciudad de excepcional fuerza a la que los celtíberos llamaban Cértima…”.

La referencia que realiza el historiador de Padua sobre la ciudad celtíbera de Cértima, ha servido para que algunos autores contemporáneos identificaran su oppidum con la  actual Cártama, provincia de Málaga. Personalmente, y desde mi punto de vista, se trata de un error. Cuando Tito Livio relata las primeras guerras celtíberas, los conflictos se desarrollan en territorio carpetano. En cambio, el asentamiento prerromano de Cartima se situaba en tierras de la Turdetania y, como se puede deducir, muy al sur de los movimientos militares de Sempronio Graco.

RESTOS ARQUEOLOGICOS APARECIDOS EN DISTINTOS PUNTOS DE CARTAMA

Restos arqueológicos aparecidos en distintos puntos del pueblo y a la espera de su fututo museo. Plaza de la Constitución, Cártama. Málaga.

Por otro lado, el mismo capítulo también menciona al viejo oppidum de Munda que, como todo el mundo bien conoce, se localiza en tierras de la Baética. Esto ha contribuido a la errónea identificación de la ciudad por la simple proximidad entre ambos asentamientos íberos (descubre la Batalla de Munda pulsando aquí)

En definitiva, el parecido entre los dos topónimos y su relación con la Baética a partir de la mención de Munda, dieron pie a la formulación de una hipótesis que ha perdurado en el tiempo, pero, en ningún caso, confirman que Cértima sea Cartima.

A continuación intentaremos descubriros esta antigua ciudad romana pero, únicamente, con los datos que se han podido constatar hasta la fecha (que no son pocos) y en función de los resultados obtenidos de las últimas investigaciones llevadas a cabo; independientemente de la Cértima de Tito Livio y Sempronio Graco. Sólo espero que disfrutéis de ella tanto como lo he hecho yo.

Nos remontamos al siglo VIII a.C., dentro del período del Bronce Final. A lo largo de las dos orillas del río Guadalhorce se asentaron grupos dispersos de población indígena. Unas pequeñas comunidades cuya economía estaba orientada, principalmente, a las producciones agropecuarias para el autoconsumo, además de la fabricación de cerámica elaborada a mano. Por supuesto, siempre existieron las posibilidades de comerciar con su excedente.

Entre estos poblados de condición nativa se encontraba uno situado, expresamente, a los pies de un elevado cerro. Su ubicación distaba a un kilómetro y medio de la vía fluvial referida, gozando, por tanto, de una posición estratégica privilegiada.

CERRO DE LA VIRGEN O DEL CASTILLO

Cerro de la Virgen o del Castillo. Cártama, Málaga.

Será en este periodo cuando la desembocadura del río sea testigo del asentamiento de un núcleo de población oriental, preludio de la colonización fenicia que se avecinaba. Así ocurrirá en otras zonas de la costa mediterránea, al sur de las tierras de Iberia: Cerro del Mar y Morro de Mezquitilla en el término municipal de Vélez-Málaga, Sexs de la actual Almuñécar, Abdera en la almeriense Adra, Gadir o Baria.

DESEMBOCADURA DEL GUADALHORCE

Desembocadura del río Guadalhorce. Málaga.

En sus sistemáticas políticas de comercialización, los navegantes orientales siempre buscaron establecerse en las desembocaduras de los ríos navegables aprovechando las vías naturales de penetración hacia el interior peninsular. Este fue el caso de un asentamiento fenicio levantado en las marismas de la desembocadura del Guadalhorce, conocido actualmente como yacimiento Cerro del Villar.

De forma paulatina, aunque constante, la estrategia comercial de este grupo colonial empezó a obtener los réditos esperados ya en el transcurso del siglo VII a.C. Sus producciones lograron el interés de las pequeñas comunidades del entorno, así como de la población de la futura Malaka donde se acercaban hasta su mercado para intercambiar productos. Entre los propios ‘clientes’ de los colonos fenicios se encontraban los habitantes del poblado de Cartima.

YACIMIENTO CERRO DEL VILLAR

Ubicación del yacimiento arqueológico Cerro del Villar. Desembocadura del Guadalhorce, Málaga.

En este mercado se comerciaba con vino, aceite, cereales, legumbres, púrpura y otros productos relacionados con la pesca, como fue el garum. También eran habituales las adquisiciones de vasijas elaboradas a torno, muy distintas a las producidas a mano por los poblados autóctonos; instrumentos de metal elaborados en sus propios talleres y fabricados con plata, cobre o hierro (los cuchillos de hoja curva eran objetos muy codiciados), útiles cuya materia prima era el marfil, etc.

Vaso Globular. Arcilla. Siglos VII-VI a.C. Necrópolis fenicia en Cortijo de Montañez. Guadalhorce, Málaga. Museo Arqueológico de Málaga.

Aunque lo que era mas importante: a través de esta relaciones con los nativos de la zona se habían conseguido abrir las rutas hacia el interior y contactar con las poblaciones más alejadas y de mayor envergadura como fueron las comunidades del medio y alto Guadalhorce (pulsa aquí para ver el desarrollo de este asentamiento), la Vega de Granada y las campiñas cordobesa y sevillana. En este sentido, el asentamiento de Cartima volverá a jugar un papel fundamental; la vía fluvial era navegable hasta su territorio y, a partir de ella, se abrían los caminos o pasos que conducían hacia los asentamientos del interior. Los fenicios habían conseguido ganar los favores de la clase dirigente mediante el intercambio de regalos de lujo, como era la orfebrería fabricada en oro.

En resumen, desde fechas muy tempranas la vía fluvial del Guadalhorce se configurará como arteria principal para el comercio de mercancías y en elemento comunicador de los pueblos del interior y la costa, definiéndose la vieja Cartima como límite fronterizo entre ambos.

RESTOS DE CABAÑA BRONCE FINAL - CARTIMA

Restos arqueológicos de la cabaña del Bronce Final, con posterior adaptación en periodo fenicio, excavados en Plaza de la Constitución, Cártama.

Pero dejemos por unos momentos a los colonos fenicios del Cerro del Villar y centrémonos ahora en el asentamiento primitivo que acabaría denominándose Cartima. Como decíamos, este fue un poblado levantado a las faldas de un cerro (llamado Cerro de la Virgen o del Castillo), delimitado por varios arroyos y con una ordenación urbanística basada en cabañas de planta oval, zócalo de piedra y muros de tapial. Eran como el resto de viviendas típicas construidas en esta época, muy al estilo de las excavadas en Acinipo correspondientes a las mismas fechas.

Las cabañas de estos grupos humanos se irán adaptando a la pendiente del cerro, disponíendose sobre su ladera y aprovechando los distintos aterrazamientos que el propio entorno proporcionaba.

Pero a principios del siglo VI a.C. se va a producir un hecho fundamental que condicionará el devenir en la historia de Malaka y de la propia Cartima. El asentamiento fenicio del Cerro del Villar será abandonado debido a las devastadoras inundaciones que sufre la colonia en la desembocadura fluvial. Su población se verá obligada a reorganizarse en los principales núcleos poblacionales cercanos: Malaka, en gran medida, y Cartima.

MARISMAS EN DESEMBOCADURA DEL GUADALHORCE

Marismas de la Desembocadura del Guadalhorce. Málaga.

Asistimos, por tanto, a uno de los motivos principales que condicionarán la fundación de Málaga junto al aumento y expansión de la población asentada en Cártama. En ambos casos, el nuevo urbanismo resultante vendrá definido por idénticas características: sobre superficie en llano se adaptarán las antiguas cabañas ovales en viviendas con muros de piedra y plantas más complejas (habitaciones rectangulares), lo que implicará un mayor aprovechamiento del hábitat doméstico fruto de la influencia colona. Por otro lado, los espacios en altura de los cerros donde se asientan las dos ciudades se reservarán a la construcción de edificios con naturaleza bien distinta, aunque al día de hoy no hayan sido identificados. Estos podrían tratarse de torres de vigilancia, una acrópolis con templo o de un recinto militar. Esta fisionomía de ciudad tendrá una correspondencia completamente contraria al resto de oppidum de origen ibérico que se estaban levantando sobre esas fechas en otras parte del territorio: aporvechaban los espacios más elevados de los cerros y se protegían bajo las defensas de unas murallas, naturales o de obra.

MUESTRAS DE PIEZAS ENCONTRADAS EN LAS DISTINTAS EXCAVACIONES

Muestras de piezas encontradas en las distintas excavaciones realizadas en Cártama. Por gentileza de don Francisco Melero García, arqueólogo y director de las excavaciones arqueológicas en Cártama.

MUESTRA DE PIEZA IBERA

Muestra de pieza íbera. Por gentileza de don Francisco Melero García, arqueólogo y director de las excavaciones arqueológicas en Cártama.

Puede, por tanto, que el topónimo con raíz semita de Cartima provenga justo de este periodo, es decir, cuando una parte de la población del Cerro del Villar toma la decisión de trasladarse a este importante asentamiento e instalarse junto con la comunidad indígena, a expensas de seguir manteniendo su comercio con los pueblos del interior. Porque será a partir del siglo VI a.C. cuando se levante la nueva ciudad íbera, de grandes influencias fenicias, coincidiendo con la concentración de los pequeños poblados dispersos y la reorganización de las colonias orientales en toda esta zona del territorio. Este cambio en el panorama mediterráneo dará lugar a las denominadas Ciudades Estado, es decir, nuevas comunidades gobernadas con autonomía propia y representadas por unas clases dirigentes o aristocracia.

Durante el siglo V a.C. y hasta la llegada de Roma, todas estas comunidades quedarán constituidas como sociedades ibéricas militares, siempre bajo la estructura de un orden jerárquico o élites aristocráticas. Pero con la entrada en escena del pueblo cartaginés se vuelve a producir un nuevo punto de inflexión, tanto en Malaka como en Cartima, debido, indiscutiblemente, a su gran influencia y tradición oriental. Por este motivo, puede también que la toponimia de Cártama venga derivada de la raíz púnica Qart (ciudad), tal y como ocurrió con Carthago Nova o la cercana Carteia durante el siglo IV a.C., ciudades éstas de gran importancia bajo el poder de Cartago. Esta nueva situación nos lleva a pensar que la antigua ciudad de Cartima, inmersa en un nuevo proceso de colonización, debió formar parte de una importante ocupación púnica.

TRAMO DE MURALLA BARQUIDA

Tramo de muralla bárquida de Cartima en Plaza de la Constitución. Cártama, Málaga.

Y otra razón que hace pensar de la antigua Cártama como núcleo importante para el comercio y control de la costa mediterránea y paso al interior, a parte de Malaka, son las evidencias arqueológicas que han llegado hasta nosotros: un tramo de muralla de época bárquida (siglos IV – III a.C.), la cual se levantaría en el primitivo asentamiento como resultado de unas intensas remodelaciones urbanísticas y que, muy posiblemente, tuvieron que ver con las guerras púnicas.

TRAMO DE MURALLA BARQUIDA2

Tramo de muralla bárquida de Cartima en Plaza de la Constitución. Cártama, Málaga.

Fue esta una muralla de tipología helenística, construida bajo las directrices de ingenieros especializados y que, al día de hoy, resulta un caso excepcional dentro del territorio peninsular. Solo por algunas similitudes o evidencias se ha podido comparar con la que se erigió en Qart Hadast (actual Cartagena).

Todo apunta a que durante el siglo IV a.C. se levantara un perímetro murario que rodeó a la ciudad de Cartima. No sólo los espacios del viejo oppidum, sino también las laderas de su cerro. La población, inmersa en las Segundas Guerras Púnicas, se verá obligada a repararla y a reforzarla. Lo que en un principio se construyó como obra monumental, reflejo del poder cartaginés en el territorio, esta acabaría definiéndose como un elemento puramente militar y estrictamente defensivo.

La muralla bárquida condicionará la construcción de los futuros edificios que se alcen a partir de la llegada de Roma. Desde esos instantes, Cartima quedará configurada como principal núcleo organizativo y administrativo del Valle del Guadalhorce.

Notas sobre el Cerro del Villar:

Bajo la tela amarilla de protección se encuentra el Yacimiento Cerro del Villar gestionado por la Fundación Amigos de Málaga. En él se encontraron los restos de viviendas fenicias, talleres metalúrgicos, alfares y lo que sería parte de su mercado. El mismo fue localizado en lo que llegó a ser el centro de la isla donde se asentó la colonia. Su distribución estaba definida por una ancha calle que separaba dos áreas porticadas paralelas distribuidas mediante amplios establecimientos, suelos de piedra, muros en adobe y con salida a los embarcaderos. Lástima que todo esto nos lo estemos perdiendo. Desde mi punto de vista, el Yacimiento Cerro del Villar junto con los observatorios de aves que encontramos la desembocadura del Guadalhorce podrían constituir un entorno Cultural y Natural de primer orden en la provincia y en el territorio nacional.

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10 comentarios en “Los orígenes de Cartima

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  4. Me ha parecido la mayor y mejor explicación que he leído sobre el pasado del entorno del Guadalhorce.
    Soy de la zona y me has aclarado muchas de las dudas que me surgían y las has argumentado maravillosamente.
    La imaginación vuela al pensar en la época ibero-fenicia de Cártama, con los grandes momentos históricos que se sucedieron en el Mediterráneo occidental.
    Te animo a escribir encarecidamente la parte sobre la Cartima romana. Muchas gracias.

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    • Hola. Me alegra mucho que te haya gustado Cartima. Desde unos días para aca, ando sopesando la posibilidad de escribir la segunda parte. Cuando vaya aclarando los artículos pendientes me decidiré. Un saludo.

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    • Me alegra enormemente que le gustara el artículo. Si le interesa un poco más la historia de la Cártama antigua, le recomiendo que lea el artículo La Cartima Romana que escribí con posterioridad. Dentro del menú Hispania, submenú Hispania Ulterior Baética podrá encontrar este artículo relacionado con la historia de Cártama en periodo romano. Saludos y que lo disfrute.

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