En tiempos de conjuras y delaciones
“Mira, esto te lo envía el Senado.”. Interesante cita la de Dión Casio (Historia Romana, L.XXI), en boca del cándido Claudio Pompeyo Quinciano, para dar comienzo a nuestro relato.
En tiempos de conjuras y delaciones
“Mira, esto te lo envía el Senado.”. Interesante cita la de Dión Casio (Historia Romana, L.XXI), en boca del cándido Claudio Pompeyo Quinciano, para dar comienzo a nuestro relato.
Campamento romano de Ciadella. Sobrado dos Monxes, A Coruña
A lo largo de los dos primeros siglos del Imperio, contingentes de soldados galos, germanos e hispanos fueron reclutados para suplir las bajas que, dentro de las filas romanas, se iban generando. Bien como unidades de apoyo a las legiones, bien operando de forma autónoma, estos cuerpos de auxiliares actuaron en territorios cuyas fronteras parecían cada vez más inabarcables.
Cónsul, tribuno militar de la legio XIV Gemina, pretor con los emperadores Vespasiano y Tito, legado augusto de la legio VIII Augusta, propretor de la Provincia Aquitania, legado propretor de la provincia de Moesia. Recibió por la guerra en la Dacia dos coronas murales, dos coronas vallares, dos coronas navales, dos coronas aureas, ocho astas puras y ocho estandartes. Alcanzó el Legado del augusto propretor en la provincia de Siria y, finalmente…, fue olvidado, borrado de la Historia y del recuerdo; la damnatio memoriae había cumplido su cometido. El único error, su incuestionable fidelidad a la familia Flavia.