La nueva ciudad romana quedó adscrita al Conventus Astigitanus, situada a los pies de la Sierra del Torcal. Era este un terreno llano y fértil, de gran aprovechamiento agrícola, regado por las aguas del cercano cum fluvio foederatorum (el río de los federados o de Malaca que menciona Plinio, pero también denominado por Ptolomeno como Saduce o la ciudad con río). Nos estamos refiriendo al río Guadalhorce de Málaga.
Por su excelente ubicación, Singilia Barba se constituiría, rápidamente, como epicentro de un importantísimo entramado viario; un eje estratégico de comunicaciones que recorrerá de norte a sur la Península, lo que permitió el enlace entre los puertos del Mare Nostrum con Corduba y las urbes constituidas en la cuenca del Baetis. A este privilegiado emplazamiento geográfico le supo sacar provecho la ciudad.
El cruce de caminos facilitó la unión entre ciudades muy distantes del panorama hispánico de la época. Así, por un lado, comunicó el ager de la zona de Castulo con la comprendida en la colonia Acci (anterior Iulia Gemella Acci) y desde esta ciudad enlazaría con Urci. Por otro lado, unió Malaca con la cuenca media del río Singilis a través de la zona en la cual se ubicaban la mansio de Urgapa y su castellum cercano, así como las ciudades de Ventipo y Ostippo. Del mismo modo conectaba con Astigi, núcleo fundamental de las comunicaciones de la Baetica, recorriendo una serie de caminos hasta alcanzar Celta y Lusitania a través de Regina y Perceiana y, paralelamente, enlazaría la zona de Malaca con Corduba siguiendo la vía de Anticaria hasta llegar a la Lusitania por medio de Mellaria y Astigi, atravesando ciudades como Ulia e Ipagrum.
En definitiva, resulta lógico pensar que esta excelente ubicación, organizadora de las grandes vías terrestres y fluviales de la Baetica, favoreciera también al desarrollo mercantil y comercial de la zona (Singilia Barba, Anticaria, Nescania, Osqua, Cartima y Arastipi), controlando los canales de distribución e intercambio de productos entre la costa y el valle medio del Baetis.
Estas circunstancias derivarían, a su vez, en el auge y florecimiento de las distintas actividades productoras que se llevaron a cabo en Singilia Barba: cerealista, vinícola, oleícola, alfarera, pétrea, etc., fundamento base de la vitalidad urbana y del dinamismo social e institucional como era el romano. Muy probablemente también se comercializara con la sal producida en la cercana laguna de Fuente Piedra.
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