Fragas do Eume
Cuenta la leyenda que con el Eume nacieron dos ríos más en la Serra do Xistral, el Sor y el Landro. Dios prometió que al primero que consiguiera desembocar en el mar, le entregaría a un hombre todos los años como ofrenda. Los tres pactaron que recorrerían juntos el camino y llegarían al mismo tiempo. En un lugar, cansados de su viaje, decidieron descansar. Uno de ellos despertó primero y traicionándo al resto, emprendió el viaje sólo hacia el Océano. El otro, al abrir sus ojos y comprobar que faltaba uno de los tres, decidió abandonar también el lugar dejando sólo al Eume con su sueño. Así el Eume, al despertar, se sintió traicionado. Enfurecido y embravecido, emprendió el viaje saltando todo lo que se le interpuso en el camino, formando valles y saltos hasta llegar el primero. Por este mismo motivo, el Eume todos los años se llevaba la vida de algún hombre debido a la bravura de sus aguas, mientras que los otros dos, Sor y Landro, fueron relegados a meros y simples afluentes.