Resuelto definitivamente el conflicto civil entre el ejército de Julio César y las facciones pompeyanas, dirigidas por Tito Labieno en la que vino a denominarse como Batalla de Munda, a los licenciados victoriosos de las tropas cesarianas y en gratitud a sus esfuerzos y confianza sobradamente demostrada, se les otorgó grandes extensiones de tierras en el Valle del Guadalquivir. Espacios que, como no podía ser de otro modo, son entregados a estos veteranos en forma de centuraciones, es decir, terrenos parcelados.
La llegada de los romanos al Singilis
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