Dolmen de Lácara. La Nava de Santiago, Badajoz
Hacía ya algún tiempo que decidieron abandonar sus antiguos refugios, unas cuevas que se ubicaban bajo el abrigo montañoso. La comunidad se había trasladado a los fértiles valles de este inmejorable paraje. Atrás quedaban las ancestrales cámaras subterráneas junto a las viviendas de pieles y juncos secos improvisadas debido al aumento de sus miembros. Por contra, disfrutarían de los beneficios incomparables que proporcionan unas tierras ricas para el cultivo y cosecha, así como para la cría de animales y el pastoreo.