Capara, municipio Flavio

Yacimiento Arqueológico de Cáparra

(Guijo de Granadilla – Oliva de Plasencia, Cáceres)

Último cuarto del siglo I a.C., Augusta Emerita se va a definir como capital de la Lusitania. Todo el extenso territorio que abarcará la nueva provincia hispana ya se encuentra bajo dominio romano. Las comunidades nativas, que habitaban las altas montañas, han sido obligadas a descender y a establecerse sobre llano; buscaron, ante todo, tierras fértiles donde cultivar y ricos pastos con los que alimentar a la ganadería.

01 - TUMBA NECROPOLIS TARDIA

Tumba en necrópolis tardía. Yacimiento Arqueológico de Cáparra.

Atrás quedaban las sucesivas campañas bélicas y de conquista que desde las tierras de la Baetica se fueron realizando a lo largo de, al menos, una centuria y media y que, finalmente, han servido para terminar sometiendo a esta población indígena. Campamentos militares, de marcado carácter defensivo, como Castra Servilia, Castra Licinia y Castra Caecilia han cumplido perfectamente su cometido. Además, fundaciones de nuevas colonias, primero con César y después con Augusto, como Metellium, Norba Caesarina y la propia Augusta Emerita, entre otras, han contribuido a tal fin.

La paz en esos momentos es frágil, inestable. Roma se ve en la necesidad de mantener tropas permanentes en el territorio para controlar a los pueblos y clanes que aún siguen conservando, en parte, su estructura social, costumbres y espíritu guerrero.

La imagen que nos ilustra este nuevo panorama es el de unas tierras controladas por los llamados castellum, fortines con guarnición militar reducida diseminados por todo el territorio, que vigilan las fronteras y guardan las principales vías con las que quedan conectadas las nuevas ciudades y los recursos de explotación. Con la ayuda de estas torres de vigilancia se ha terminado de consolidar el poder romano sobre los pueblos sometidos, gentes quienes intentan ahora adaptarse a la nueva realidad.

02 - PUERTA SURESTE

Puerta Sureste, flanqueada por dos bastiones defensivos semicirculares adosados a la parte exterior de la muralla. El acceso se realizaba a través de un pavimento de losas de granito. Yacimiento Arqueológico de Cáparra.

Aquellos viejos caminos, utilizados hasta el momento para el desplazamiento de tropas, se han convertido en las principales vías de comunicación que atraviesan de sur a norte la nueva provincia. Y es, precisamente, en este marco histórico que se está gestando en la Lusitania cuando hace su aparición el oppidum de Capara (Capera, según la aceptación)

El que fuera conocido a partir de época Flavia como Municipium Flavium Caparensis fue, desde finales de la Edad de Hierro, un territorio ocupado por una comunidad de origen Vetton (Ptolomeo. Geografía 2, 5, 9), limítrofe con otros pueblos lusitanos, que se asentaron en unas tierras propicias para el cultivo y la cría de ganado. Así ha quedado atestiguado a partir de la localización y hallazgos de vestigios propios de esta cultura en los alrededores de la ciudad, como son los castros prerrománicos y las figuras zoomorfas conocidas como verracos.

03 - PIEZAS MUSEO DE CACERES

Ocrea o espinillera de bronce con baño de plata, copa de vidrio (siglo IV d.C.) y gozne de puerta de bronce. Museo de Cáceres.

La mayoría de los castros fueron desapareciendo a medida que se fue extendiendo la romanización, aunque muchos mantendrán esta típica forma de hábitat hasta bien avanzado el Imperio. Se conoce que las pequeñas comunidades indígenas del territorio caperense que se mantienen más alejadas de la calzada, perpetúan en el tiempo sus tradiciones ancestrales, es decir, continúan adorando a sus antiguos dioses, celebrando los mismos rituales y utilizando los nombres de sus antepasados, siempre muy alejados de las nuevas tendencias que incorpora la cultura romana. En cambio, aquellas comunidades más próximas a la calzada, comenzando por el propio núcleo urbano, serán las que irán transformando sus costumbres a un ritmo más acelerado. Se trata de una sociedad que, a pesar de su resistencia a perder la identidad, se encuentra inmersa en un proceso tal de transformación que hará que pierdan peso las tradicionales relaciones de parentesco basadas en la sangre.

Capara, por su inmejorable posición estratégica a pie de vía, permitirá tanto un desarrollo urbano, como estratégico. El desplazamiento humano desde las montañas se verá atraído por este oppidum vecino que se mantiene al amparo de una mansio construida por el nuevo poder establecido, dando forma a una nueva comunidad indígena definida por un sistema de población típicamente romano.

04 - DOMUS

La domus ocupaba toda una manzana. Su fachada y acceso principal se encuentra en la zona porticada del decumanus minor que discurre por su lado norte, junto a las termas públicas. Yacimiento Arqueológico de Cáparra.

Esta comunidad vettona estará considerada por Roma como habitantes de segunda clase (peregrinas) obligadas a un stipendium, junto con otros oppidas vecinos (Plinio, Naturales Historiae. 4, 118) La carga impositiva, que comportaba el pago de un canon y la contribución militar al ejército, vendrá determinada por su escasa implicación e interés de adhesión hacia el nuevo poder romano establecido tras la conquista de la región. A cambio, mantendrá derecho propio, acuñarán moneda y sus habitantes, libres, dispondrán de posesión de tierras. Este castigo tributario es anterior de cuando Norbanus Flacus conquista estas tierras y funda la colonia Norbensis Caesarina en el 35 a.C.

05 - ZONA TERMAL

Zona termal. Yacimiento Arqueológico de Cáparra.

Aun así, transcurrido el paso de los años, entre la población local seguirá perdurando ciertas reminiscencias de sus raíces indígenas que terminarán cristalizándose en un sentimiento de orgullo sobre su origen y señas de identidad. Esto es: pervivirán los antiguos vínculos sociales representados en las gentilicias, tal y como se aprecia en algunos de sus clanes que añadieron el epíteto (característica y cualidad) Capericorum para identificar a un grupo concreto de individuos descendiente de un antepasado en común; se mantuvo el culto a las antiguas divinidades, como fue el caso de la diosa indígena Trebanura, de raíz celta que, tras la dominación romana, sobrevivió con el apelativo de augusta (Augusta Trebanuro); uso del cognomen Vetto (el Vetón) entre la población romanizada en claro sentimiento de prestigio, además de la continuidad en la utilización de nombres propiamente indígenas como fue Balosea.

A veces pensamos que los procesos de romanización sufridos por los pueblos de la antigua Iberia fueron todos rápidos a la hora de calar en cada una de las estructuras sociales de la población sometida; debemos entender que no siempre fue como en la Baetica. En nuestra península tenemos claros ejemplos de pueblos que, siendo más proactivos con el nuevo poder y registrando unas relaciones tempranas con ellos, mantuvieron su lengua y escritura en paralelo al latín impuesto, incluso traspasando el umbral de la nueva Era.

06 - ZONA TERMAL

El área termal se encontraba situado junto al Foro y al Arco y ocupaban una manzana completa. Estuvieron dotadas de todos los elementos característicos de los edificios termales: vestuario, frigidarium, laconicum o sauna, tepidarium, caldarium, palestra con fuente ornamental.

Básicamente, los principales artífices de estos cambios serán las viejas aristocracias indígenas que el poder romano ha sabido aprovechar para sus propios intereses. Serán ellos quienes irán transformando las propias estructuras de la comunidad, las cuales afectarán al resto de la población. Se les otorgará, junto a los descendientes de los itálicos emigrados, ciertos privilegios y recibirán la ciudadanía romana, convirtiéndose en las élites locales que acapararán los principales cargos (magistratus) de la administración en el futuro municipio.

Pero sigamos con la nueva ciudad que, poco a poco, va emergiendo en la Lusitania. La ubicación que ofrecía no era precisamente la de una posición de carácter militar; sí contó con murallas, pero sirvieron más como delimitadoras del espacio urbano,  que como elemento defensivo. Hablamos, por supuesto, de un esquema fundamental de ciudad fuerte romana.

07 - INSULAE

Insulae. Bloques de casas que ocupaban una manzana delimitada por calles. Sus bajos solían acoger tabernae, almacenes, talleres de artesanía, etc. El decumanus maximus al norte, el kardo maximus al este y un kardo minor al oeste indican aquí los límites de dos manzanas.

Los condicionantes que, verdaderamente, sirvieron de atractivo, no sólo a los intereses de los conquistadores sino también para los pueblos que aquí habitaban antes de su llegada, fueron: la proximidad de un río (el Ambroz); su posición dominante sobre un terreno elevado con un rico valle a sus pies; y la localización de unas canteras de granito y pizarra en sus proximidades, idóneas para las previsibles construcciones que se irían a realizar. Pero, sobre todo, lo que condicionará el asentamiento romano en la zona será la antigua vía que por estas tierras cruzaba. Se trataba, pues, de una posición muy favorable para el flujo de comunicaciones que de Norte a Sur fue muy utilizado desde época prerromana primero y con la llegada de los nuevos colonizadores después.

Capara se construyó sobre la propia vía que comunicaba Augusta Emerita con Asturica Augusta y las minas de oro del norte. Será esta calzada, que recibiría un gran impulso en época del emperador Augusto, la que se constituya como el verdadero eje vertebrador de su futuro urbanístico. Crecerá en torno a ella un gran núcleo de población, aunque en un principio sólo se tratara de una simple mansio.

08 - CALZADA

Tramo de calzada con pórticos laterales a ambos lados. Yacimiento Arqueológico de Cáparra.

Es de imaginar que, en un primer momento, la estación viaria estuviese destinada a las paradas de oficiales y élite romana. Con el paso del tiempo, a partir de la fundación de Augusta Emerita, su servicio se irá adaptando poco a poco para acomodar a cualquier tipo de viajero y comerciante que recorriera la calzada. En ella se habilitarán establos, herrerías, comedores, tabernaes, espacio para el descanso, el culto, áreas artesanales y zonas comerciales, como en cualquier otra mansio viaria utilizada en el Imperio. Además, y todo hay que decirlo, a Roma le interesaba contar en esta zona con una comunidad urbana de cierta relevancia para fines administrativos y tributarios, que además sirviera para vigilar a los pueblos próximos.

Conforme la población fue aumentando, el viejo oppidum también crecía. La ciudad acabará tomando el modelo de cualquier otra civitas fundada en esas fechas y adaptando su diseño a la propia topografía natural del terreno. En este sentido, el trazado urbano fue diseñado a partir de dos ejes principales: el kardus y el decumanus, este último coincidiendo con la calzada. En la confluencia de ambas vías se construyó el foro, un espacio cerrado con un área sacra o templo en el centro y una entrada monumentalizada con tres vanos. El central se situaría justo en el punto en el que la calzada romana, transformada en decumanus, entroncaba perpendicularmente con el kardo que se iniciaba desde la puerta suroeste.

09 - PUERTA SUROESTE

Restos de la puerta Suroeste. El iter ab Emerita Asturicam, conocido hoy como Vía de la Plata, entra en Capara por esta puerta Suroeste llamada también Puerta de la Ciudad, transformándose, desde este punto, en decumanus maximus.

A partir del espacio forense se desarrollaría la ciudad. El viajero o comerciante que recorriera la calzada para trasladarse de una ciudad a otra, irremediablemente entraría por una de las puertas principales de Capara y atravesaría su decumanus flanqueado por pórticos a partir de los cuales se accedía a las viviendas y tabernae dispuestas a ambos lados de la vía.

Con posterioridad, Capara pasó de ser una civitas stipendiaria, con consideración de peregrina o ciudadanos de segunda clase, a convertirse en municipio latino sobre un amplio territorio escaso de núcleos urbanos. Esta evolución jurídica se producirá en el año 74 d.C., con el edicto de Vespasiano, cuando el emperador otorgue el derecho latino, de forma generalizada, a todas las ciudades principales de Hispania. A partir de ahora, sus habitantes, adscritos a la tribu Quirina, serán ciudadanos de derecho romano pleno.

10 - DECUMANUS

Decumanus maximus a su entrada por la Puerta Oeste y en dirección al foro de Capara. Justo delante, el arco monumental y conmemorativo Tetrapylon y a los lados de la via, pórtico con tabernae.

Nuevamente volverán a ser las élites locales las acaparadoras de los principales cargos de la administración municipal, al igual que sucediera en la etapa anterior. En relación a esto último, y para entender mejor la evolución que sufre la ciudad, cabe mencionar a un caparense muy influyente que vivió, justamente, en este periodo de transición y cuyo nombre y cargos han llegado hasta nosotros. Nos referimos a Marco Fidio Macer.

Concebida Capara como ciudad peregrina y spipendiaria a los ojos de Roma, el cargo de magister o magistratus fue ostentado por este ciudadano hasta en tres ocasiones. Como indicábamos, este tipo de cargos solía recaer siempre en la élite indígena a la que se le concedía, con antelación al edicto de Vespasiano, la ciudadanía romana. Se da la circunstancia que, estando en vida Marco Fidio Macer, la ciudad cambia de status y pasa a ser considerada municipio. Entonces, Marco es nombrado o elegido responsable máximo del municipio, no con el título de magistratus, sino con el correspondiente a la nueva situación jurídica de la ciudad, es decir, duunviro, el cual ostentará por dos veces además del praefectum fabrum.

11 - BASILICA

Basílica. Se encontraba a la izquierda del Foro y, en realidad, se trataba de un pórtico con 16 columnas que en el fondo se situaba el templete o aediculo tribunal, donde se impartía justicia.

Es el propio Marco Fidio Macer el procedere encargado de financiar una de las obras más emblemáticas de la ciudad, en el momento de conversión a municipio y dentro del periodo de monumentalización consiguiente. Esta construcción es, al día de hoy, la seña de identidad del Yacimiento Arqueológico de Cáparra. Nos referimos al Tetrapylo.

12 - TETRAPYLON

Tetrapylon. Yacimiento Arqueológico de Cáparra.

Su diseño, que no pasa desapercibido, es del tipo arco conmemorativo con carácter simbólico y ornamental, en este caso no funcional como el de otras obras que se llevaron a cabo en la misma ciudad, y posee connotaciones claramente familiares (dedicación a sus padres y, posiblemente, a su esposa Iulia Luperca) No fue elegido un lugar cualquiera para su construcción, se situó justo en el centro de la propia civitas coincidiendo con el acceso al espacio forense. La intención intrínseca que conllevaría la financiación de esta monumental obra con el dinero del prestigioso ciudadano estaría bastante clara: buscó el centro de la ciudad a partir del cual se había realizado la distribución urbanística. Es como si quisiera dejar patente la importancia de su persona o familiares con respecto a la propia ciudad; cuando se quería acceder al foro, obligatoriamente había que pasar por su arco.

13 - TETRAPYLON

Tetrapylon. Yacimiento Arqueológicp de Cáparra.

Esta decisión evergética obligó a que el decumanus viera reducida su anchura original, haciendo coincidir también la altura del arco con el cerramiento de la plaza pública. En un principio, las puertas del foro se podían abrir tanto hacia el interior, como hacia el exterior. Tras la construcción del tetrapylon, esta posibilidad quedó restringida a la apertura de puertas hacia adentro. Comentar, además, que Fidius Mater también financiaría un pequeño santuario o aediculum destinado al culto de la diosa local Trebanura.

Además de lo descrito con el arco monumental, se adaptaron los espacios preexistentes a las nuevas necesidades, como ocurrió para la construcción de la Curia. Era este el lugar donde se reunía el senado local para la organización administrativa de la comunidad y donde se velaba, sobretodo, por los intereses de sus representantes. El nuevo edificio adoptará un modelo clásico de grandes laterales. O la Basílica, que ocupó una galería porticada preexistente en el foro, fue el edificio destinado a impartir justicia.

14 - TEMPLO

Restos del Templo en Yacimiento Arqueológico de Cáparra.

El evergeta Albinus en su testamento otorgó la construcción de un Aqua Augusta, una conducción de aguas que pudiera estar identificado con una conducción de plomo que llegaba desde la Sierra hasta un nymphaeum ornamental en un punto de la ciudad aun por determinar. Por otro lado, L. Valerius Vegetinus consagró un templo a Iupiter.

Un caso verdaderamente significativo fue el de la construcción del anfiteatro en el área sureste y fuera del perímetro de murallas. En su origen se levantó sobre dos muros ovales concéntricos que delimitaban interiormente la arena a través de un podio, lugar con el que se protegía a los espectadores en los combates. Estos mismos muros debieron de funcionar también como elementos contenedores sobre los que se situaron las gradas fabricadas con material perecedero.

15 - ANFITEATRO

Espacio donde se levantó el Anfiteatro en la ciudad de Capara. Yacimiento Arqueológico de Caparra-

Puede que la idea hubiese sido la de reconstruirlo con material pétreo en el momento de la municipalización, algo que nunca se produjo y la obra se mantuvo en su estado original.

En resumen, la municipalización de Capara constituye la fase final de todo un proceso de evolución urbanística y donde las canteras de granito y pizarras próximas jugaron un papel fundamental.

16 - MILIARIO

Miliario época de Nerón con la indicación de la milla CX y destruido tras la damnatio memoriae aplicada a este emperador.

La ciudad de Capara, que ocupó la milla CX en la calzada romana desde Augusta Emerita con enlace en Salmantia, gozó de una gran riqueza y un enorme esplendor entre finales del siglo I d.C. y comienzos del siglo III. En ella se han registrado, a partir de las epigrafías encontradas, una gran cantidad de inmigrantes llegados desde distintos puntos del territorio hispano: clunienses, norbenses, emeritenses, caurienses, pacenses, etc. Se conoce que los clunienses pudieron contar con algún tipo de asociación inscrita en este nuevo municipio. De hecho, en torno a la ciudad de Clunia se construyeron los principales centros productores y distribuidores de cerámica sigillata hispana y las decoradas con animales con destino a la ciudad de Capara.

Pero a partir del siglo III hasta finales del Imperio, la antigua ciudad empezará a despoblarse, consumándose esta situación a principios de la Edad Media. Aparecerá una nueva ciudad principal en el territorio, Plasencia, que restringe las posibilidades de un nuevo poblamiento; se realizan nuevas divisiones jurisdiccionales; y, lo peor de todo, las nuevas vías transitadas en el periodo medieval se alejan de la que fuera la antigua calzada romana. Capara quedará definitivamente despoblada y abandonada.

17 - OBJETOS MUSEO

Objetos diversos encontrados en el Yacimiento Arqueológico de Cáparra. Museo de Cáceres.

Así pues, cuando decidas visitar el yacimiento arqueológico de Cáparra (entre los términos de Guijo de Granadilla y Oliva de Plasencia, Cáceres), recuerda que las ruinas que allí podrás contemplar, corresponden a un estereotipo de municipio Flavio. Una ciudad romana, relativamente pequeña, que se erigió por las propias necesidades surgidas e impuestas por el Imperio y que acabará siendo abandonada tras la caída de este. Pero mientras perdura esta fase del periodo antiguo, Capara gozará de un enorme prestigio y esplendor como centro organizador y distribuidor del territorio lusitano.

Bibliografía

  • Cartelería del Yacimiento Arqueológico de Cáparra.
  • Capara, Municipio Romano (Enrique Cerrillo Martín de Cáceres)
  • El proceso de romanización de Lusitania a través de la epigrafía (Julio Esteban Ortega)
  • Cáparra después de los romanos. Historia de una despoblación (Enrique Cerrillo Martín de Cáceres)
  • El Tetrapylon de Cáparra. Visión histórica y gráfica (Enrique Cerrillo Martín de Cáceres)
Todos los derechos reservados. Aviso Legal.

4 comentarios en “Capara, municipio Flavio

  1. Bonita y cuidada caparra.orgullo de haber nacido al lado.lastima del saqueo de sus piedras las cuales pueden verse en algunas casas de oliva de plasencia ,pero claro antes no se mantenian las cosas la gente aprovechaba los recursos a mano.enhorabuena por eel reportage y un saludo para todos los amantes de la epoca romana.

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    • Estimado amigo, es cierta tu información, aunque también forma parte de la historia de un yacimiento. Antiguas ciudades se convierten en verdaderas canteras para los nuevos pobladores. Yo me quedo con esa tarde tan maravillosa cuando disfruté de su visita. Un saludo.

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