Yacimiento Arqueológico Faro de Torrox, Málaga
Desde el horizonte se divisa un inmenso promontorio extendido mar adentro, como si de una gran lengua rocosa se tratara. Un espacio donde la mano del hombre ha logrado arrebatar una pequeña porción de su reino al propio Neptuno y el señor de las aguas, en lugar de cargar su ira contra ellos, los obsequia con cuantiosos frutos. Allí, en tierra firme, se alza Caviclum presidida por su majestuosa villae maritimae.