Las cuevas del Giribaile
Sobre los terrenos de una meseta amurallada, y dependiente de la cercana ciudad de Cástulo, a principio del siglo IV a.C. se fundará un oppidum con claro carácter estratégico: controlar la confluencia de los valles Guadalimar y Guadalén. Fue este un lugar propicio para el asentamiento humano, apto para el cultivo y donde el abastecimiento de aguas quedaba bien garantizado por un suministro continuado.