Gorafe, Granada
Amanece un nuevo día y la vida continúa en el poblado Neolítico. Protegidos por el abrigo que proporciona el bosque de encinas donde se asienta esta comunidad, de sus cabañas empiezan a salir los primeros miembros de la tribu.
En su mayoría son sus viviendas de planta circular, levantadas en adobe y provistas de bloques pétreos en las bases; las techumbres están fabricadas mediante vegetación seca que cubren toda su parte superior. Las hay también de planta cuadrada, más espaciosas que las anteriores y con estancias dedicadas al aprovisionamiento de comida. Estas últimas quedan ocupadas por los patriarcas, los miembros del clan más longevos y a los que el resto de habitantes rinden respeto y acuden a ellos para solicitarles consejo y sabiduría.