Las Cuevas de Soria, Soria
No hacía tanto que sus paredes, mosaicos y jardines fueran testigos mudos de las acaloradas discusiones e intensos debates que tuvieron lugar en su interior. El cristianismo se había impuesto como religión oficial del Estado, pero grupos de ciudadanos seguían reuniéndose en secreto con la esperanza de encontrar alguna fórmula que les impidiesen renegar de sus antiguos cultos y creencias. Eran los paganos, los herejes, aquellos perseguidos por la Iglesia monoteísta que no profesaban su misma fe.