Ampurias, Gerona
Estaréis de acuerdo conmigo que visitar Ampurias, recorrer el amplio sector griego de su extenso yacimiento, es una de las experiencias más inolvidables de aquel que se considere buen amante de la Historia y el Patrimonio de nuestro país. Tal vez esta atracción se deba a que Emporion es el asentamiento colonial griego mejor documentado en el territorio nacional, pero ya os anticipo que las ruinas que descubriréis a lo largo del recorrido propuesto sólo corresponden al periodo final de su influencia oriental, fecha a partir del cual la flota romana atracaba en su antiguo puerto dentro de los prolegómenos de la Segunda Guerra Púnica. Es el conocido como período Helenístico, aunque, como imaginaréis, no sería la única etapa de su historia.
Hoy me adentraré en la fundación colonial griega de Emporion, en el desarrollo de uno de los puertos comerciales más importantes de nuestra antigüedad.
Nuestra historia comienza al nordeste de la Península Ibérica, sobre unos promontorios elevados cercanos al mar en uno de los extremos del actual Golfo de Rosas. Flanqueado por dos vías fluviales conocidas como Clodianus y Tichis (los actuales río Fluviá y Ter, cuyas desembocaduras, hoy día, quedan desplazadas al norte y al sur, respectivamente), durante el bronce final (siglo X-IX a.C.) este privilegiado paraje aún no constituía asentamiento estable. Bien es cierto que existió cierta presencia humana, pero tampoco resultaba definitiva. Puede que se tratara de un simple área fronteriza o puede, tal vez, que de algún espacio de ocupación para comunidades errantes, pues algunos restos sí se han localizado.
El mencionado des-hábitat cambiará en la primera Edad del Hierro, entre los años 670 y 575 a.C. Una comunidad indígena, que formaría parte de una amplia red de poblados nativos en la zona, levantará sus viviendas y construirá aquí sus hornos de producción; también controlarán la tierra que cultivan y los recursos metalíferos que explotan. Este hecho provocará el interés de los comerciantes orientales y los consiguientes primeros contactos con la población indígena. Así, las naves fenicias navegarán hacia el norte peninsular a la búsqueda de los codiciados metales, arribarán sus embarcaciones en estas costas y mantendrán una primera relación comercial, aunque, de cierta forma, algo limitada.
En este periodo la clase aristocrática local ya poseía, como elementos de prestigio y valor, objetos propios de producción Fenicia. En contraposición a lo que podamos creer, los griegos aún no habían hecho acto de presencia en estas costas y los fenicios se habían adelantado a las actividades comerciales con la población indígena de Ampurias.
Se trataba de un pequeño istmo, la hondonada perfecta para una instalación comercial de carácter portuario. A partir del siglo VI a.C. se producirá el asentamiento de la colonia griega de Emporion. La existencia de agua potable, imprescindible para una colonización estable donde construir un puerto de escala comercial y punto de abastecimiento de las naves que recalaran en este fondeadero natural, facilitaba su decisión. Además, las proximidades de un río también ayudaban al establecimiento de un puerto fluvial con el que mantener contacto con las comunidades indígenas del interior. Podríamos afirmar que la ciudad íbera de Ullastret sería una de ellas.
Durante los años 750-650 a.C. el tipo de colonización que habían practicado los griegos se caracterizó, principalmente, por el establecimiento de polis de índole agrícola, restringiéndose las nuevas fundaciones a zonas de influencia griega como fueron, sobre todo, el área de la Magna Grecia y Sicilia. Sería en torno al año 600 a.C. cuando los griegos dieran el gran salto hacia el Mediterráneo occidental; el pueblo griego de los foceos navegará hasta Massalia (actual Marsella) para fundar su principal colonia en esta parte de las aguas. A través del nuevo puerto comercial fue desde donde estos colonos crearán toda una serie de asentamientos de carácter mercantil en el extremo del occidente antiguo.
Alrededor del año 575 a.C., sólo una veintena de años después de la llegada y colonización de Massalia, el pueblo massaliota, de raigambre focea, se asentará en las costas de la actual Ampurias. Sobre el puerto natural próximo al río fundará la colonia griega de Emporion siguiendo los modelos de la gran metrópolis madre (Focea) y repitiendo los mismos esquemas utilizados durante la fundación de Massalia.
Con posterioridad, otra serie de asentamientos coloniales de índole griego le sucederán en la península: Mainake, Akra Leuké o Rodas, que se conozcan, situándose esta última en la parte norte del Golfo de Rosas y fundada por ampurianos (o puede que por massaliotas, pues no está claro su origen) a inicios del siglo V a.C. como fecha más tardía.
Los griegos, al igual que los fenicios, atracaron en las costas de Ampurias atraídos por los metales y por las posibilidades de comercio que otorgaba su inmejorable posición estratégica. Su objetivo no era otro que el de mantener un comercio fluido con las diferentes tribus indigetas que habitaban en esta zona de la Península. Construirán un importante mercado (Emporio) y los nuevos mercaderes preservarán unas excelentes relaciones con las comunidades indígenas de la primera Edad del Hierro.
Con el asentamiento colonial griego en las costas de Ampurias se produce una rápida transformación cultural entre la población indígena. El urbanismo de los antiguos ilergetes cambiará radicalmente al construirse viviendas de planta rectangular con pequeños pórticos, a la vez que se definen calles que constituirán los nuevos ejes transversales del poblado hacia el puerto de Emporion. Los nativos consumirán e imitarán, cada vez más, los productos importados por la actividad comercial griega llevada a cabo desde el mercado de Massalia, como fueron, por ejemplo, las cerámicas y los envasados de procedencia jonia y etrusca.
A mediados del siglo VI a.C., pocos años después de su llegada y ocupación en la antigua hondonada (Palaiapolis), las nuevas generaciones de colonos massaliotas decidirán crear un nuevo núcleo urbano al sur de la bahía (Neápolis) con el único propósito de disponer de un mayor control sobre el puerto natural. Este es, precisamente, el área griega de Ampurias que hoy conocemos, aunque el urbanismo que contemplaremos en el yacimiento aún no corresponde con las primeras fases de colonización sino a otra mucho más avanzada.
Aunque se produce este desplazamiento urbanístico de los colonos hacia el sector sur de la bahía, el asentamiento arcaico de la primera fundación (Palaiapolis) continuará activo. La nueva zona ocupada se desarrollará a modo de terrazas, desde la que sería la parte alta del promontorio existente hasta el mismo mar, controlando así su puerto desde el cual se mantendría la importación de productos griegos hacia el interior y toda la costa de Levante. Una primitiva muralla cerrará la ciudad y un nuevo santuario extramuros quedarán incorporados a la misma. Señalar que este templo se encontraba justo a la entrada del espacio portuario, punto de entrada y salida de marineros y comerciantes y lugar de culto donde realizarían en él sus correspondientes ofrendas.
El status comercial de Emporion, como centro de canalización de producciones griegos, sufrirá un intenso y pronunciado auge que se mantendrá a lo largo de los siglos V y IV a.C. La ciudad será la primera en acuñar moneda en la península ibérica. Su ceca fue iniciada a mediados del siglo V a.C., aunque será a lo largo del siglo III a.C. cuando verdaderamente sus monedas fueron introducidas, de forma masiva, en las relaciones comerciales, constatando el carácter de prestigio que identificaba a la polis.
Fue precisamente en este siglo III a.C. cuando desembarcarán las legiones romanas en las costas de Ampurias dentro del contexto de la Segunda Guerra Púnica (si te interesa esta parte de la Historia, te recomiendo que no te pierdas La Caída de Sagunto). Por tanto, el puerto de Emporion se convertirá, irremediablemente, en cabeza de puente de las incursiones romanas hacia el interior peninsular.
Ya en el siglo II a.C., finalizada la contienda y dividida Hispania en las provincias de la Citerior y Ulterior, la ciudad quedará adscrita a la primera de ellas, aunque manteniendo su autonomía política; en este periodo los pobladores de la antigua Emporion tuvieron un fuerte sentimiento de pertenencia griega. Se trató de una época de gran esplendor económico de la ciudad, resultado, sin lugar a dudas, de haber aprovechado sus redes comerciales y clientelares para introducir en la península ibérica los nuevos productos itálicos.
Este auge económico y comercial traerá aparejado la gran remodelación arquitectónica de Emporion que ha venido a denominarse como etapa Helenística, la misma que puede contemplarse visitando el yacimiento: se refuerzan las murallas y se construyen grandes torres en el área meridional para mejorar las defensas en su acceso a la ciudad; se realizan reformas sobre la zona de los santuarios con la construcción de diferentes templos, caso el santuario dedicado a Asclepio, cuya estatua será encargada por los propios ampuritanos y elaborada por un taller de la isla de Delos.
Se llevará a cabo una importante ampliación del puerto de la ciudad, donde algunos de sus restos hoy día son visibles. En la zona central de la ciudad se construye el ágora, la plaza pública, y la stoa, espacio público para las relaciones sociales, imitando los modelos helenísticos tan característicos del Mediterráneo Central y Oriental. Con todas estas reformas los ampuritanos no hacían otra cosa que reafirmar su identidad cultural frente a la romanización que, poco a poco, se iba imponiendo en otras ciudades.
La nueva ciudad helenística de Emporion mantendrá su autonomía hasta bien entrado el siglo I a.C. Fue, precisamente, en época augustea cuando se unificará el asentamiento arcaico de la hondonada natural (Palaiapolis) con el nuevo sector sur de la bahía (Neápolis), dando lugar al nacimiento de una nueva ciudad romana que tendrá su origen en el campamento militar dejado por Catón tras su represión contra la sublevación del pueblo de los indigetes y en la que Roma se vio obligada a enviar nuevos ejércitos hasta el puerto de Emporion con la firmeza de sofocarla. Este campamento militar del año 195 a.C. dará paso a una ciudad completamente nueva que se levantará a inicios del siglo I a.C.
Autor: Javier Nero
Documentación:
- Conferencia celebrada en el MARQ el 23 de septiembre de 2.009 a cargo del Dr. Xavier Aquilué, director del Museu d’Arqueologia de Catalunya-Empúries: La ciudad Griega de Emporion (Ampurias). 101 años de excavaciones arqueológicas.
- Cartelería del yacimiento.
- Cartelería del museo.
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