Los Annales Complutensis y la Historia compostelana nos narran las distintas incursiones realizadas por el pueblo escandinavo en tierras peninsulares. Las costas cántabras, gallegas, lusitanas y andaluzas atestiguaron la llegada de los temidos drakkars con las bestias infernales talladas en noble madera y decorando sus proas, así como sus cascos cubiertos de escudos redondos. Los ejércitos califales y los devotos de Santiago Apóstol, sin distinción alguna en las creencias de cada cultura, fueron víctimas por igual de la cruda violencia de estos guerreros, de su impunidad a la hora de conseguir ansiados cautivos y botín. Pero, sobre todo, del terror que generaron entre la población.
Estos capítulos de hacha y sangre ocurren entre los siglos IX y XI d.C. Desgraciadamente, no han perdurado hasta nuestro tiempo restos arqueológicos que evidencien la presencia vikinga en nuestro país, cuestión que nos hubiese permitido entender mucho mejor los sucesos acontecidos en tales episodios. Sólo han llegado hasta nosotros sus referencias, las fuentes escritas, su historia. En este caso en particular, la nuestra misma.
Publicaciones relacionadas con las incursiones vikingas en nuestra península:
- Vikingos en el Califato Omeya de Córdoba (crónicas)
- Catoira: Las incursiones vikingas por el Ulla (novelado)
Enlaces externos de interés:
- Exposición temporal Vikingos (guerreros del norte, gigantes del mar) celebrada en el MARQ durante Mayo 2016 y Marzo 2017
- Vídeo argumental de la exposición temporal Vikingos (guerreros del norte, gigantes del mar)