Canteras de San Pitar

Los pilares de mi tierra

Almayate. Vélez-Málaga, Málaga

Finalizado el verano, ya no quedan turistas en sus playas. Testigo mudo frente a la 340, el Mediterráneo ve pasar los vehículos como cuando contemplaba impasible el flujo continuo de antiguas civilizaciones, de las antiguas culturas. Siempre abierto a la llegada de nuevos pueblos, agradecido cuando la recogida de sus preciados frutos y practicable en tantas travesías que pusieron en contacto a innumerables comunidades unas con otras. Hoy permítanme hablar de una cantera próxima a una de sus costas, que durante el desarrollo de la ciudad de Málaga se convirtió en elemento fundamental sin pretenderlo.

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La leyenda de Medellín

Castillo de Medellín. Badajoz

A la muerte de este primer Conde (Rodrigo Portocarrero) le sucedió su hijo primogénito y heredero don Juan, a quien su madre disputó los derechos al condado encerrándole para su seguridad en una habitación secreta y casi subterránea de la planta baja del cubo o torreón que ocupa la parte central de la muralla que mira al Guadiana.

Nada menos que cinco años, según datos de la tradición, estuvo el desgraciado don Juan encerrado en aquella reducida prisión sin más luz que la muy escasa que entraba por la aspillera que aún existe, ni más ventilación y aire que el que de aquel pequeño espacio dentro del cual tenía que satisfacer todas sus corporales necesidades y sin ver ni hablar a nadie más que al criado que, de vez en cuando, bajase – también colgado – a limpiar la habitación.

Entablada las negociaciones parece que don Juan exigió que rompiera el muro como hoy está y aún se conserva la rotura, tratando de probar, por ésta su inocencia, al salir por sus pies y no colgando como entró.”.

CASTILLO DE MEDELLIN

Castillo de Medellín. Badajoz.

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El reencuentro de dos estatuas thoracatas

El reencuentro de dos estatuas thoracatas

Recuerdo que cuando fui a pasear por los espléndidos jardines del Palacio de la Concepción (Málaga) y disfrutar de las piezas pertenecientes a la Colección del Marqués de Loring que en el lugar se encuentran, debo confesar que me llevé una enorme y grata sorpresa.

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